Ayer 03 de Marzo los diarios informaron que el presidente Alan García ha ratificado un memorando de entendimiento suscrito con Chile para que se reconozcan los derechos laborales fundamentales de los trabajadores que migran de un país a otro. El diario El Comercio señala en la página a6 de su edición de ayer lo siguiente:
Una nota de prensa de Palacio de Gobierno dio cuenta que García suscribió el decreto supremo que ratifica el Memorándum de Entendimiento sobre Cooperación Laboral y Migratoria con Chile un día después de la entrada en vigencia de un acuerdo de libre comercio entre ambos países.
Se precisa que los derechos de los trabajadores migratorios del Perú y de Chile se aplicarán “independientemente de su situación irregular”. Además, se protegerán derechos laborales fundamentales como el de asociación, a organizarse y a negociar colectivamente, entre otros.
Vayamos por partes.
Salvo la plana gerencial de las corporaciones chilenas que hacen negocios en territorio peruano, no hay ni habrá un movimiento migratorio importante de Chile hacia nuestro país, excepto que pensemos que el actual panorama económico mundial está haciendo prever a las autoridades chilenas un escenario en el que sus ciudadanos desempleados en el futuro inmediato tendrán que migrar a teritorio peruano debido a su cacareado crecimiento económico (que según nuestro gobernante de turno no va a sufrir mella a pesar de la crisis mundial).
Siendo realistas, el memorando de entendimiento apunta a paliar la situación de los ciudadanos peruanos que laboran en Chile como inmigrantes ilegales, que como se sabe suman miles.
La pregunta se cae de madura. Si los trabajadores peruanos que laboran en territorio peruano no tienen protección del Estado peruano para el ejercicio de sus derechos asociativos y colectivos, ¿porqué tendría que otorgarles Chile esa misma protección cuando prestan servicios ilegalmente en su teritorio?.
Aún más. Si el Estado peruano se muestra indolente e ineficaz para defender los derechos coletivos de los trabajadores peruanos, ¿tendrá capacidad para proteger los derechos asociativos de los trabajadores chilenos que alguna vez crean encontrar en el Perú un paraíso laboral?.
Recientemente la poderosa transnacional Claro despidió a sus mejores trabajadores por que tuvieron la valentía de agremiarse para poder negociar mejores condiciones laborales. Y lamentablemente no es la excepción. Si salió a la luz es únicamente por la importancia de dicha empresa. Existen innumerables situaciones de violaciones de derechos laborales fundamentales como el de la libre asociación que reconocen los convenios 87 y 98 de la OIT, que padecen cotidianamente miles de trabajadores de empresas menos conocidas que Claro.
¿Y cómo piensa el gobierno peruano proteger los derechos laborales de los trabajadores informales chilenos, incluyendo los derechos colectivos, si la legislación laboral peruana está pensada sólo para los trabajadores formales e incluso se exige que para conformar un sindicato la empresa cuente con un mínimos de 20 trabajadores en sus planillas?.
Sinceramente, el Memorando de Entendimiento es un saludo a la bandera que servirá para satisfacer el ego de algunos funcionarios y mejorar sus hojas de vida, empezando por el de la máxima autoridad de la nación. Es previsible que no tendrá ningún efecto práctico en nuestros connacionales que se esfuerzan en territorio chileno para obtener ingresos que puedan sostener a sus familias aquí en nuestro país, ni tampoco en algún despìstado ciudadano chileno que se arriesgue a trabajar en el Perú, dado que ambos países (más Perú que Chile) deben empezar por poner orden en casa y lamentablemente sus políticas laborales con sus propios ciudadanos no son su mejor carta de presentación.
Espero equivocarme.